VOCES DESPIERTAS

¿Por qué hacer Radio? Nos juntamos con la idea expresar lo que sentimos, de decir lo que pensamos, de no callarnos más. Las discusiones pasan por las mesas de los bares, entre amigos y no más allá. Nos quejamos, pataleamos y nos quedamos ahí, en el intento, en “la próxima vez no me callo”….. nos quedamos en “la próxima vez”. Con el tiempo te das cuenta que los medios de comunicación sirven para expresar, siempre, absolutamente siempre, lo que quieren decir otros y nunca lo que vos queres expresar. Crecemos pensando que alguna vez alguien hablará por nosotros, que alguien dirá la palabra exacta que nos represente, y quedamos ahí, en la puerta de la esperanza, en el abismo de lo que podrían decir y jamás pronuncian. Por eso queremos decir, opinar, hablar, ser el vínculo entre aquellos que prenden la radio y otros que hablan, abrir el juego, queremos conocer, aprender, discutir, ser críticos. La radio es un medio de expresión, ayuda a transmitir experiencias. Nuestras voces ya no deben estar dormidas, las queremos bien despiertas, atentas, al igual que nuestros oídos.

jueves, 13 de agosto de 2009

DESALOJO EN LA TEXTIL FEBATEX

Convocatoria a organizaciones sociales, políticas y culturales y a conferencia de Prensa x el brutal desalojo de la Cooperativa Textil Quilmes.

En repudio al violento e ilegítimo desalojo sufrido esta mañana por los trabajadores de la Cooperativa Textil Quilmes, convocamos a todas las organizaciones sociales, políticas, culturales, estudiantiles, gremiales y barriales a una asamblea en el día de hoy, jueves 13 de agosto, a las 17 hs frente a la fabrica: Rodolfo Lopez 1706, Quilmes.El violento desalojo, dictado por el corrupto juez Damián Vendola, se produce en momentos en que la Cooperativa cuenta con la media sanción de la Cámara de Diputados de la ley de expropiación aprobada por unanimidad y el compromiso de la Cámara de Senadores de aprobación en 15 días de la segunda media sanción trabada por razones técnicas.Los 30 trabajadores repudiamos la arbitrariedad de la violencia ejercida ilegítimamente por el Juez Véndola y el Oficial Lazarragha a cargo del desmedido operativo que irrumpió esta mañana en las instalaciones de la Cooperativa con métodos que recuerdan los momentos más oscuros de la historia de este país.Asimismo, convocamos a todos los medios a las 17 hs a la puerta de la fábrica (Rodolfo Lopez 1706, Quilmes) a una conferencia de prensa donde daremos detalles de los hechos y contaremos las medidas a seguir en los próximos días.
No a la represión de los trabajadores!
La defensa de la fuente de trabajo no es un crimen!
Cooperativa Textil Quilmes
Contactos de prensa:Eduardo Santillán
Presidente de la Cooperativa: 1558841567Pablo Responsable de prensa: 1558390433

viernes, 31 de julio de 2009

Cuentos de despiertos.

Cuento sin moraleja

Un hombre vendía gritos y palabras, y le iba bien, aunque encontraba mucha gente que discutía los precios y solicitaba descuentos. El hombre accedía casi siempre, y así pudo vender muchos gritos de vendedores callejeros, algunos suspiros que le compraban señoras rentistas, y palabras para consignas, esloganes, membretes y falsas ocurrencias. Por fin el hombre supo que habia llegado la hora y pidió audiencia al tiranuelo del pais, que se parecía a todos sus colegas y lo recibió rodeado de generales, secretarios y tazas de café. -Vengo a venderle sus últimas palabras -dijo el hombre-. Son muy importantes porque a usted nunca le van a salir bien en el momento, y en cambio le conviene decirlas en el duro trance para configurar facilmente un destino histórico retrospectivo. -Traducí lo que dice- mando el tiranuelo a su interprete. -Habla en argentino, Excelencia. -¿En argentino? ¿Y por qué no entiendo nada? -Usted ha entendido muy bien -dijo el hombre-. Repito que vengo a venderle sus últimas palabras. El tiranuelo se puso en pie como es de práctica en estas circunstancias, y reprimiendo un temblor, mandó que arrestaran al hombre y lo metieran en los calabozos especiales que siempre existen en esos ambientes gubernativos. -Es lástima- dijo el hombre mientras se lo llevaban-. En realidad usted querrá decir sus últimas palabras cuando llegue el momento, y necesitará decirlas para configurar fácilmente un destino histórico retrospectivo. Lo que yo iba a venderle es lo que usted querrá decir, de modo que no hay engaño. Pero como no acepta el negocio, como no va a aprender por adelantado esas palabras, cuando llegue el momento en que quieran brotas por primera vez y naturalmente, usted no podra decirlas. -¿Por qué no podré decirlas, si son las que he de querer decir? -pregunto el tiranuelo ya frente a otra taza de café. -Porque el miedo no lo dejará -dijo tristemente el hombre-. Como estará con una soga al cuello, en camisa y temblando de frio, los dientes se le entrechocaran y no podrá articular palabra. El verdugo y los asistentes, entre los cuales habrá alguno de estos señores, esperarán por decoro un par de minutos, pero cuando de su boca brote solamente un gemido entrecortado por hipos y súplicas de perdón (porque eso si lo articulará sin esfuerzo) se impacientarán y lo ahorcarán. Muy indignados, los asistentes y en especial los generales, rodearon al tiranuelo para pedirle que hiciera fusilar inmediatamente al hombre. Pero el tiranuelo, que estaba-pálido-como-la-muerte, los echó a empellones y se encerró con el hombre, para comprar sus últimas palabras. Entretanto, los generales y secretarios, humilladísimos por el trato recibido, prepararon un levantamiento y a la mañana siguiente prendieron al tiranuelo mientras comía uvas en su glorieta preferida. Para que no pudiera decir sus últimas palabras lo mataron en el acto pegandole un tiro. Después se pusieron a buscar al hombre, que había desaparecido de la casa de gobierno, y no tardaron en encontrarlo, pues se paseaba por el mercado vendiendo pregones a los saltimbanquis. Metiéndolo en un coche celular, lo llevaron a la fortaleza, y lo torturaron para que revelase cuales hubieran podido ser las últimas palabras del tiranuelo. Como no pudieron arrancarle la confesión, lo mataron a puntapiés. Los vendedores callejeros que le habían comprado gritos siguieron gritándolos en las esquinas, y uno de esos gritos sirvió más adelante como santo y seña de la contrarrevolución que acabó con los generales y los secretarios. Algunos, antes de morir, pensaron confusamente que todo aquello había sido una torpe cadena de confusiones y que las palabras y los gritos eran cosa que en rigor pueden venderse pero no comprarse, aunque parezca absurdo. Y se fueron pudriendo todos, el tiranuelo, el hombre y los generales y secretarios, pero los gritos resonaban de cuando en cuando en las esquinas.

Julio Cortazar.


Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj

Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan —no lo saben, lo terrible es que no lo saben—, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia de comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.

Julio Cortazar